Quisiera confesarte algo, nunca fui bueno con discursos, pero las situaciones, vos sabés.
Escuchame bien, vos sos chico todavía, no creí que fueses a entender, las cosas no son tan sencillas. Ahora lo ves con tus ojos, es lo que querías, ¿no?. Mirá, lo que te dijo tu tía es la verdad, nunca quisimos que te pase nada, ¡eso es todo lo que importa!.
Pero cuando te acercaste a esa mujer, sentí que el mundo se nos venía abajo, tu tía me dijo sabés, “Acá lo perdimos”. Tuvo tanta razón.
Pero vos también, ¡cómo te vas a ir así!.
Te vigilé por horas, mientras hablaban en ese café de mierda, la vi acariciarte la mano, vi el miedo en tus ojos, ¡lo vi todo carajo!.
No importa, no quieras tranquilizarme.
Si vos no hubieses empezado a juntarte con los pibes de Raquel las cosas te habrían salido muy diferentes, pero te encaprichaste en que eran buenos chicos. ¿Ves lo que pasa cuando no nos ecuchás?.
Ahora no hay vuelta atrás, ¡vos te lo buscaste!.
Seguro que primero eran buenos con vos, ¿no?. “Nos juntamos el viernes a tomar algo, el sábado hacemos asadito, el domingo un poco de fútbol” ¡¿y el lunes?! ¡¿qué pasó el lunes, eh?!. ¿Te llevaron con sus amiguitos?.
Está bien che, pero que no es tu culpa, no hace falta llorar, ¿cómo ibas a saber vos?, tomá limpiate la cara.
Por días te seguiste juntando lo más tranquilo, y de a poco empezaste a ver cómo eran las cosas. Conociste a todos, hasta que un día te la presentaron. ¿qué sentiste, te calentó mucho con su pollerita corta y su discurso de mierda? ¿pensaste que era puro palabrerío, no? ¡Vos, como muchos otros!.
Mientras tanto con tu tía te veíamos; cambiabas, te transformabas en esa mierda que sos hoy. Pobrecita, no sabés cómo sufría. Trataba de calmarla, pero no había forma.
Quería que te saque del país ¿podés creer?.
La vergüenza que trajiste a esta familia, las miradas, ¡mis compañeros carajo, mis compañeros me miran mal a mí por tus putas decisiones!.
Y la mina esa, la pendeja esa, sigue afuera y vos acá, ¿no te da vergüenza, che?
Te sentís un idiota, me doy cuenta, tenés la misma cara que cuando pensaste que te robaron la bici a los once y salimos con tu viejo a la puerta y estaba ahí.
¡Vamos che, dejate de joder! Decime el nombre de la pelirroja, ¿dónde vive?. ¿Qué fue lo que te dio el día del café que te asustó tanto?. Estabas tan pálido, ¿qué te dijo?.
Dale nene, no ves que te estoy dando una mano. ¡Soy tu tío! ¡Quiero lo mejor para vos!.
A vos no te importa nada ¿no?. ¡No te importa un carajo, te cagás en nosotros, que te criamos prácticamente cuando los pelotudos de tus viejos se fueron a la mierda! ¡Dale carajo, empezá a hablar, acá no somos familia, acá sos la misma mierda que ese que está tirado ahí!
Mirá en la situación que me ponés, carajo. Mirá lo que tengo que hacer, si sólo nos hubieses escuchado.
Vos vivías bien, ¿no es cierto?. Nunca te faltó nada, desde que estuviste con nosotros, no te faltó nada.
¿Te acordás cuando vivías con tus viejos? ¡Esos! Esos eran momentos de mierda, tendrías que estar agradecido de que te hayamos criado. Nosotros sí te enseñamos lo que era correcto, con nosotros jamás dudaste de nada, hasta hace poco; si no necesitabas saber más de lo que se te decía, ¿no?¡ ¡¿NO?!. Entonces ¿para qué carajo escuchaste a los pibes esos? ¿Por qué les hiciste caso, por qué? Sus ideas de mierda son las que te trajeron hoy acá, ahora bancátela, ahora terminá de llorar, ahora limpiate la cara, ahora limpiate las heridas, ahora se acabó.
Si nos querés algo, un poco aunque sea, dejate de joder, pensá en nosotros, no seas egoísta, tus tíos te quieren, solo queremos lo mejor para vos, ¿Vos no querés a los tíos, no me querés che?.
PANDORA