domingo, 27 de abril de 2008

And your bird can sing


THE BEATLES
You tell me that you've got everything you want
And your bird can sing
But you don't get me, you don't get me
You say you've seen seven wonders and your bird is green
But you can't see me, you can't see me
When your prized possessions start to weigh you down
Look in my direction, I'll be round, I'll be round
When your bird is broken will it bring you down
You may be awoken, I'll be round, I'll be round
You tell me that you've heard every sound there is
And your bird can swing
But you can't hear me, you can't hear me

miércoles, 16 de abril de 2008

Los dos Caballeros de Verona

Compañía teatral De la Rosa presenta
Los dos Caballeros de Verona
Adaptación de la obra de W. Shakespeare

'Una hilarante comedia sobre la amistad y el amor'

Es una comedia de verso líricoelegante y prosa graciosa, aunque muy temprana en su carrera, es un primer pasohacia las llamadas Comedias Altas de Shakespeare.

El tema principal es el debate entrela amistad y el amor. La obra sepregunta si la amistad entre dos amigos es más importante que una relaciónentre dos amantes.

Este tema es común en la literatura delRenacimiento pero, algunos aspectos dela cultura de esa época celebraban la amistad más que el amor, porque aquella es más pura y no seinvolucra con el amor sexual. Estacreencia explica el final de la obra, que confunde a muchas personas en la actualidad.


Elenco: Alejandro Caprotta, Jerónimo Valentini, Jésica Leviston Mc Leod, Mike Bergerot, Diana Apolinario, Alejandro El Abed, Héctor Iglesias, Rodrigo Olmedo

Dirección y puesta en escena: Marilina Ruleán

Sábados 21 hs
Teatro del centro
Sarmiento 1249 - Capital Federal
Reservas e Información 4383-5644
www.elteatrodelcentro.com.ar

Valor de la entrada $15
Funciones
19 y 26 de abril
3 y 10 de mayo
http://alternativateatral.com/ficha_obra.asp?codigo_obra=9927

martes, 15 de abril de 2008

Sin tiempo

Quisiera confesarte algo, nunca fui bueno con discursos, pero las situaciones, vos sabés.

Escuchame bien, vos sos chico todavía, no creí que fueses a entender, las cosas no son tan sencillas. Ahora lo ves con tus ojos, es lo que querías, ¿no?. Mirá, lo que te dijo tu tía es la verdad, nunca quisimos que te pase nada, ¡eso es todo lo que importa!.

Pero cuando te acercaste a esa mujer, sentí que el mundo se nos venía abajo, tu tía me dijo sabés, “Acá lo perdimos”. Tuvo tanta razón.

Pero vos también, ¡cómo te vas a ir así!.

Te vigilé por horas, mientras hablaban en ese café de mierda, la vi acariciarte la mano, vi el miedo en tus ojos, ¡lo vi todo carajo!.

No importa, no quieras tranquilizarme.

Si vos no hubieses empezado a juntarte con los pibes de Raquel las cosas te habrían salido muy diferentes, pero te encaprichaste en que eran buenos chicos. ¿Ves lo que pasa cuando no nos ecuchás?.

Ahora no hay vuelta atrás, ¡vos te lo buscaste!.

Seguro que primero eran buenos con vos, ¿no?. “Nos juntamos el viernes a tomar algo, el sábado hacemos asadito, el domingo un poco de fútbol” ¡¿y el lunes?! ¡¿qué pasó el lunes, eh?!. ¿Te llevaron con sus amiguitos?.

Está bien che, pero que no es tu culpa, no hace falta llorar, ¿cómo ibas a saber vos?, tomá limpiate la cara.

Por días te seguiste juntando lo más tranquilo, y de a poco empezaste a ver cómo eran las cosas. Conociste a todos, hasta que un día te la presentaron. ¿qué sentiste, te calentó mucho con su pollerita corta y su discurso de mierda? ¿pensaste que era puro palabrerío, no? ¡Vos, como muchos otros!.

Mientras tanto con tu tía te veíamos; cambiabas, te transformabas en esa mierda que sos hoy. Pobrecita, no sabés cómo sufría. Trataba de calmarla, pero no había forma.

Quería que te saque del país ¿podés creer?.

La vergüenza que trajiste a esta familia, las miradas, ¡mis compañeros carajo, mis compañeros me miran mal a mí por tus putas decisiones!.

Y la mina esa, la pendeja esa, sigue afuera y vos acá, ¿no te da vergüenza, che?

Te sentís un idiota, me doy cuenta, tenés la misma cara que cuando pensaste que te robaron la bici a los once y salimos con tu viejo a la puerta y estaba ahí.

¡Vamos che, dejate de joder! Decime el nombre de la pelirroja, ¿dónde vive?. ¿Qué fue lo que te dio el día del café que te asustó tanto?. Estabas tan pálido, ¿qué te dijo?.

Dale nene, no ves que te estoy dando una mano. ¡Soy tu tío! ¡Quiero lo mejor para vos!.

A vos no te importa nada ¿no?. ¡No te importa un carajo, te cagás en nosotros, que te criamos prácticamente cuando los pelotudos de tus viejos se fueron a la mierda! ¡Dale carajo, empezá a hablar, acá no somos familia, acá sos la misma mierda que ese que está tirado ahí!

Mirá en la situación que me ponés, carajo. Mirá lo que tengo que hacer, si sólo nos hubieses escuchado.

Vos vivías bien, ¿no es cierto?. Nunca te faltó nada, desde que estuviste con nosotros, no te faltó nada.

¿Te acordás cuando vivías con tus viejos? ¡Esos! Esos eran momentos de mierda, tendrías que estar agradecido de que te hayamos criado. Nosotros sí te enseñamos lo que era correcto, con nosotros jamás dudaste de nada, hasta hace poco; si no necesitabas saber más de lo que se te decía, ¿no?¡ ¡¿NO?!. Entonces ¿para qué carajo escuchaste a los pibes esos? ¿Por qué les hiciste caso, por qué? Sus ideas de mierda son las que te trajeron hoy acá, ahora bancátela, ahora terminá de llorar, ahora limpiate la cara, ahora limpiate las heridas, ahora se acabó.

Si nos querés algo, un poco aunque sea, dejate de joder, pensá en nosotros, no seas egoísta, tus tíos te quieren, solo queremos lo mejor para vos, ¿Vos no querés a los tíos, no me querés che?.

PANDORA

viernes, 11 de abril de 2008

La insoportable Levedad del Ser


Sexta parte La gran Marcha

2

Fue en 1980 cuando pudimos leer por primera vez, en el

«Sunday Times», cómo murió lakov, el hijo de Stalin. Preso

en un campo de concentración alemán durante la segunda

guerra mundial, compartía su alojamiento con oficiales

británicos. Tenían el retrete en común. El hijo de Stalin lo

dejaba sucio. A los ingleses no les gustaba ver el retrete

embadurnado de mierda, aunque fuera mierda del hijo de

quien entonces era el hombre más poderoso del mundo. Se

lo echaron en cara. Se ofendió. Volvieron a reprochárselo

una y otra vez, le obligaron a que limpiase el retrete. Se

enfadó, discutió con ellos, se puso a pelear. Finalmente

solicitó una audiencia al comandante del campo. Quería que

hiciese de juez. Pero aquel engreído alemán se negó a

hablar de mierda. El hijo de Stalin fue incapaz de soportar

la humillación. Clamando al cielo terribles insultos rusos,

echó a correr hacia las alambradas electrificadas que

rodeaban el campo. Cayó sobre ellas. Su cuerpo, que ya nunca ensuciaría el el retrete de los

ingleses, quedó colgando de las alambradas.

El hijo de Stalin no tenía una vida fácil. Su padre lo había concebido con una mujer a la que,

después, según todos los indicios, asesinó. El joven Stalin era por tanto hijo de Dios (porque su

padre era venerado como un Dios) y, al mismo tiempo, réprobo. La gente lo temía por partida doble:

podía hacerles daño con su poder (al fin y al cabo era hijo de Stalin)» y con su favor (el padre podía

castigar a sus amigos en lugar de hacerlo con el hijo réprobo).

La reprobación y el privilegio, la felicidad y la infelicidad, nadie sintió de un modo s concreto hasta

qué punto estos contrarios son intercambiables y hasta qué punto no hay s que un paso desde un polo

de la existencia humana hasta el otro.

Nada s empezar la guerra lo capturaron los alemanes, y otros prisioneros, que pertenecían a una nación que siempre le había sido profundamente antipática por su incomprensible introversión, lo

acusaron de ser sucio. ¿Él, que debía soportar el peso del mayor drama imaginable (ser al mismo

tiempo hijo de Dios y ángel réprobo), debía ser ahora sometido a juicio, no por cuestiones elevadas

(referidas a Dios y a los ángeles), sino por asuntos de mierda? ¿Está entonces el más elevado drama tan vertiginosamente próximo al más bajo?

¿Vertiginosamente próximo? ¿Es que la proximidad puede producir vértigo?

Puede. Cuando el polo norte se aproxima al polo sur hasta llegar a tocarlo, la tierra desaparece y el hombre

se encuentra en un vacío que hace que la cabeza le dé vueltas y se sienta atraído por la caída.

Si la reprobación y el privilegio son lo mismo, si no hay diferencia entre la elevación y la bajeza, si el hijo de Dios puede ser juzgado por cuestiones de mierda, la existencia humana pierde sus dimensiones y se vuelve insoportablemente leve. En ese momento el hijo de Stalin echa a correr hacia los alambres electrificados para lanzar sobre ellos su cuerpo como sobre el platillo de una balanza que cuelga lamentablemente en lo alto, elevado por la infinita levedad de un mundo que ha perdido sus dimensiones.

El hijo de Stalin dio su vida por la mierda. Pero morir por la mierda no es una muerte sin sentido. Los ale- manes, que sacrificaban su vida para extender el territorio de su imperio hacia oriente, los rusos, que morían para que el poder de su patria llegase s lejos hacia occidente, ésos , ésos morían por una tontería y su

muerte carece de sentido y de validez general. Por el contrario, la muerte del hijo de Stalin fue, en medio de

la estupidez generalizada de la guerra, la única muerte metasica.

Milan Kundera - La insoportable levedad del Ser

martes, 8 de abril de 2008

Proclama para sordos que hablan mucho

¡Escuchad! ¡La ciudadanía tiene que....! Leer sobre los caminos “menos dolorosos” que duelen mucho más... sobre el “capitalismo responsable” que es el mejor chiste homicida que yo conozco. Como torturar a un ganso pagando él en cuotas la almohada para descansar y el crédito que te hace ver un asado dominical como la última vaca. Saber que somos pescaditos de pecera con una mano “bondadosa” que nos alimenta a cambio de creer que a lo sumo habrá otras peceras.

¡Escuchad! Perversos de lo concreto, de llorar con las divisiones, con el sueldo del precipicio, con el jardín de paz en la guerra de la sonrisa forzada, deleitarse con la iridiscencia de lo que sabemos que va a pasar: ¡Yo te lo dije! ¿Y la monotonía de la manutención de la salud?

El mate me da acidez.

El asado colesterol.

Tu concha tiene bacterias, creolina, creolina, es el nombre de mi novia transparente.

Como si fuese mate voy a tomar.

Como si fuese asado voy a lastrar.

Como si fuese concha voy a soñar.

Como si fuese vivo voy a durar.

Durar, durar, durar, esa es la gran puñeta internacional.

Casas de hormigón para siempre.

Te quiero para siempre.

Juro por la eternidad trascendental, por la seguridad del mortal miedo al guardaespalda que debo pagar.

Mientras “Quien mira al cielo reflejando en un lago ve peces en los árboles”

¿Y quién para de llorar para tomar la injusticia por el mango? Dejar de perder agua salada y sobre mi frente aparece una especie de fosforescente dignidad.

¡Escuchad! Porteros, policías, poliester's. La cera de la oreja es la cera de la oveja. ¡Destapad con masturbantes hisopos lo preclaro de escuchar! Mirad menos, escuchad más (leer te aleja de la intoxicación familiar) Leer para sentir. Sentir para dibujar la aventura, el encuentro con la máquina a vapor, de la ventana sin postigones. Un ciego me comió todos los peces de la pecera. El ciego dijo: Ya sé que no es culpa de los peces pero hay que evitar entuertos futuros.

Encendido por escuchar tantas indominias vivo a la deriva en un bote inestable.

El rumbo me lo da remar en contra de la corriente y unos senos.

sin pezones... esos que conocí buscando la orilla.


Norman Brisky